Surrealismo




El Surrealismo
Llevar los sueños a la pintura

Otra de las grandes vanguardias pictóricas del siglo XX es el surrealismo, un amplio movimiento que surge en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y que no se circunscribe exclusivamente al mundo de las artes plásticas, también tuvo ramificaciones en el cine, como en los films de Luis Buñuel por ejemplo y en la literatura. De hecho, el teórico más destacado de esta corriente de pensamiento y arte fue el escritor francés André Breton (1896-1966), quien expresaba en el el primer manifiesto surrealista en 1924: “Creo en el encuentro futuro de estos dos estados, en apariencia contradictorios, como son el sueño y la realidad en una especie de realidad absoluta, de surrealidad. El surrealismo expresa el funcionamiento real del pensamiento, sin control de la razón, libremente frente a preocupaciones estéticas o morales. Existe un punto en el espíritu a partir del cual la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, lo pasado y lo futura, dejan de percibirse contradictoriamente”

A grandes rasgos, la pintura surrealista parte de un presupuesto muy claro: se trata de llevar al arte el mundo de los sueños, las visiones del subconsciente, tratando de que la pintura se aleje de los racional, en busca de ese universo que por aquellos años trataba de poner al descubierto la teoría del psicoanálisis de Sigmund Freud. Buscar por tanto esa otra realidad irreal, que está por debajo de la verdadera realidad, pero que también forma parte de la existencia y que a veces la condiciona e incluso la determina.
Así el surrealismo es un movimiento amplio, que inspira una nueva sensibilidad. Sus fines son provocar la expresión libre de aquello que considera lo más interno en el hombre; su inconsciente y su imaginación.
Este planteamiento general tuvo gran aceptación y muchos de los mejores pintores europeos de la época se adhirieron al movimiento o atravesaron por una etapa surrealista.
Entre tanto artista es obvio que no puede producirse una coincidencia absoluta en cuanto a la forma de abordar su pintura, aunque sí podemos encontrar entre ellos ciertos elementos comunes:
combinación de lo real con lo irreal en la misma obra
animación de lo inanimado
distorsión y la metamorfosis de los objetos
ambientes mágicos,
cierto excentricismo
claro gusto por los ambientes misteriosos.
introducir máquinas fantásticas,
aislar fragmentos anatómicos,
las perspectivas vacías
creaciones evocadoras del caos
confrontación de objetos incongruentes
las temáticas eróticas como referencia a la importancia que el psicoanálisis otorga al sexo.
Dentro de esta corriente podemos incluir a artistas como Salvador Dalí (1904-1989), René Magritte (1898-1967), Giorgio de Chirico (1888-1978), Joan Miró (1893-1983), Marc Chagall (1887-1985) o Ives Tanguy (1900-1955), entre otros. Por otra parte, muchos artistas presentan en sus obras rasgos que los acercan al dadaísmo, corriente de la que, sin embargo, el surrealismo renegaba formalmente.

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