Caminos del diseño. Cuerpo, textil y contexto.






Posibles caminos del diseño. Tres elementos compositivos Fundamentales. 



Hay innumerables estrategias para desarrollar una acción de diseño.  Todo depende desde donde partimos en nuestro proyecto y cuales son nuestros objetivos.
Retomando los planteos de Andrea Saltzman, autora de uno de los libros fundacionales en la bibliografía del diseño de indumentaria en nuestro país, El cuerpo diseñado, concebiremos  el diseño indumentaria desde una triple articulación entre tres elementos compositivos fundamentales: cuerpo- textil y contexto.
Según la autora el proceso de diseño se inicia en la proposición de un objeto imaginario y culmina en la realización de uno material. La forma que se proyecta en el diseño de indumentaria es la de un vestido (en el sentido amplio de la palabra)  y  este vestido es a su vez  un elemento que interviene sobre la morfología del cuerpo; por lo tanto el diseñador debe entender y prever que  el resultado de su proyecto tendrá consecuencias directas en la configuración corporal del usuario y en la relación de este con el contexto y con lo otros etc.
Es el cuerpo del usuario donde el diseño existe como tal y cobra vida y desde este punto de vista si bien lo que se diseña son vestidos en realidad lo que estamos haciendo es diseñar cuerpos. Cada diseño construye (o no) un cuerpo para desempañar distintas acciones que requieren distintos tipos de movilidad, mayor o menor protección, distintos niveles de adaptación a las convenciones sociales, etc.
Parece algo obvio pero si hoy vemos gran parte de la oferta de indumentaria que hay en el mercado se puede observar que esta reflexión ha sido pasada por alto.





Desde el punto de vista de la indumentaria el contexto es todo aquello que otorga  sentido a la relación entre cuerpo y vestido, en tanto y en cuanto supone diversas exigencias para esa relación. El cuerpo no espera lo mismo de un vestido en un medio ambiente frió que en uno selvático, o en un contexto familiar que en una acto de ceremonia por ejemplo. Todo proyecto exige una toma de posición con respecto a la futura situación del diseño, una mirada critica y profunda del entorno y las circunstancias en que el objeto habrá de insertarse. El diseñador es quien percibe las señales del medio y se compromete a dar una respuesta a través del objeto de diseño. Esa respuesta puede tender a conformar con el entorno, a mimetizarse encajar y ser parte de el, o bien puede estar orientado a marcar un quiebre a cuestionar la relación vestido contexto.

Con respecto al último elemento de la triada debemos reconocer que el vestido es básicamente un objeto textil. La tela es la materia prima a partir de la cual se modifica la superficie del cuerpo a modo de una nueva epidermis, a la vez que se enmarca la anatomía  y delinea una silueta mediante relaciones de proximidad o lejanía, volumen a aplastamiento de las dimensiones, extensión o comprensión del espacio corporal.







De esta manera en la propuesta de Saltzman podemos reconocer al menos tres maneras de articular los elementos compositivos, cada uno de ellos coloca el acento en uno de los vértices del triangulo cuerpo-textil-contexto, pero sin olvidar los otros elementos, es decir la triple articulación nunca es quebrada, solo a nivel practico, aunque también supone una toma de posición ético para el diseñador, se establecen puntos de partida para el proyecto de partida.  

Diseñar desde el concepto de ENSAMBLE (contexto)
El hilo conductor que une las propuestas de los diseñadores de este grupo es el  gesto de ruptura de sus conceptos e inspiraciones, que les permiten combinar de manera original elementos que hasta ahora no habían sido puestos en relación. Es por ello que para materializar esas ideas recurren a descontextualización de prendas y estampados; superposiciones, contraposiciones y contrastes; encuentros y desencuentros de materiales y texturas; mixtura de procesos industriales y labores artesanales; reutilización de textiles; resignificación de tipologías del pasado, historias, usos, valores y culturas diferentes; patchwork, combinaciones lúdicas, leyendas cotidianas y paletas vibrantes; y ensamble de lenguajes creativos con referencias diversas y hasta disimiles entre sí. Cada uno de estos  diseñadores produce prendas que logran romper con lo conocido, concibiendo al diseño como una disciplina capaz de trascender fronteras y fusionar sentidos.
 En este grupo podemos situar entre otros el trabajo de Jean Paul Gaultier quien toma como  punto de partida  diferentes estereotipos urbanos y realiza una investigación de las tipologías representativas de los diversos grupos, para luego condensar en sus diseños una fusión de identidades tipológicas de tradiciones diferentes y una sintaxis trans-históricas y multicultural. 









Diseñar desde la TEXTURA (textil)
La exploración en la materialidad de los textiles es el rasgo que comparten  muchos diseñadores. El proceso creativo de cada uno de ellos conduce naturalmente a una investigación en el plano de las texturas para lograr nuevas posibilidades visuales, táctiles y constructivas. En estas propuestas encontramos intervenciones en urdimbre y trama de tejidos industriales y/o artesanales; creación de nuevos textiles desde su estructura; diferentes procesos de estampados como serigrafía, transfer, sublimados, termo vinilos, foil, flock y pintura a mano; decoración de textiles y ornamentos; procesos de teñidos, lavados y acabados en la terminación de los textiles (tradicionales y alternativos); y la utilización técnicas de plisado, drapeado, fruncido y calado. Estos diseñadores logran plasmar sus ideas a través de un manejo desprejuiciado e inteligente de los recursos, dando como resultado prendas atractivas con una gran fuerza expresiva. Un ejemplo notable de esta manera de encarar el proceso de diseño es el diseñador Japonés Issey Miyake o Martin Churba en el ámbito local. 









Diseñar desde la FORMA (cuerpo)
Los diseñadores que integran este grupo trabajan a partir de conceptos e inspiraciones que implican búsquedas vinculadas a las formas, indagando en la compleja relación entre cuerpo y prenda. Para lograrlo pueden recurrir a diferentes recursos que valorizan aspectos morfológicos, como ser: variaciones y re interpretación de moldería y sastrería convencional; elaboración de estructuras envolventes y creación por deconstrucción; piezas que generan volúmenes y relieves; experimentación con planos geométricos, líneas depuradas, asimetrías e irregularidades; elaboración de tipologías que permiten adaptaciones, cambios y superposiciones; la búsqueda de lo ergonómico; y el juego con lo funcional / no funcional. Dentro de este  grupo podemos citar el trabajo de Kawakubo y a la escuela belga representada por Martin Margiela, quien presenta como rasgo definitorio en sus diseños la deconstrucción. Cuestiona relaciones tales como estructura-ornamentos o interioro-exterior, produciendo innovadoras series de resoluciones constructivas y espaciales. 










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