El discurso de la temporada

Artículo escrito y publicado en Revista Bella 

Mayo 2011

Por Coti Cubas

El discurso de la temporada

Las distintas maneras de vestir son una forma de comunicación, vestimos y decimos algo de nosotros, de la sociedad en la que vivimos y del vínculo que con esa sociedad establecemos. Al igual que el lenguaje verbal, el lenguaje de la moda tiene un diccionario que le es propio, pero a diferencia de lo que sucede con el habla, el código vestimentario se modifica a un ritmo vertiginoso: lo que hoy significa estar  a “la moda”, seguramente mañana no. Así mismo, los significados de ciertas prendas pueden ser ambiguos y en muchos casos dependen del contexto de uso o bien de quien lo este llevando, es decir,  no expresa lo mismo una mujer con bikini en la playa que en Colon y General Paz, ni tiene el mismo sentido una minifalda en una mujer, que en un hombre.

Salvando estas cuestiones, cada temporada resulta indispensable hacer una lectura de los estilos dominantes y las prendas claves, para esbozar una serie de interpretaciones sobre los discursos hegemónicos de la temporada, e identificar lo que la moda nos esta diciendo.

La practicidad y la comodidad son dos sentidos que esta nueva temporada trasmite con fuerza. Lo que lentamente se desvanece de las vidrieras es el adorno sin fusión y todas aquellas prendas que no reconocen al cuerpo y sus necesidades como  su verdadero destino.

Los tejidos en general se presentan  confortables, suaves y amigables. El estilo overside es una constante en algunas marcas,  proponiendo pantalones amplios y sueltos que otorgan verdadera  libertad de movimiento. La silueta  femenina creada por los diseñadores, deja atrás la extravagancia y rigidez de los hombros marcados, para retomar a un estilo más relajado y porque no, realista.

 El estilo militar que cada cierto tiempo reaparece en las propuestas de todo el mundo, también podría englobarse bajo este titulo. Las parkas, el blazer estilo neoclásico, los borregos y  los pantalones cargo, nos hablan de mujeres con prendas lo suficientemente útiles como para incursionar en un terreno urbano que se presenta  hostil y complicado.

El calzado también tiende hacia una mayor comodidad, tal como lo evidencia la masificación de las “chatitas” y los mocasines. Inclusive los zapatos altos, se lucen tipo plataforma o bien con tacos cuadrados y anchos que permiten un desplazamiento todo terreno y más acorde con las condiciones de vida de la mujer actual.

Siguiendo esta línea y mas allá de las particularidades de cada marca, la moda de este invierno también nos dice que lo formal e informal se funde en una sola propuesta. De lo que se trata es de una verdadera relajación en  el protocolo del vestir. La ropa “de día” se ha convertido en la apuesta fuerte de esta temporada, y un estilo despreocupado se cuela en la noche cordobesa. Así mismo, sin pudor alguno, las lentejuelas aparecen en detalles de remeras a las 10 de la mañana. Esta nueva fusión da paso a una avalancha de blazer con jeans, sweater con lurex que acompañan pantalones deportivos y zapatos altos y faldas de tejidos brillosos coronadas por  tshirts bastante desaliñadas. El jean, en pantalones, camisas, camperas y chalecos, diseñado para todo momento, también es un claro ejemplo de cómo se reduce la formalidad y el lujo en las propuestas para este invierno

La paleta  cromática no es ajena a estas expresiones, se despliegan colores adaptable a diversas circunstancias, combinables e inmortales. Bajo este ideario el camel, es la oferta mas repetida y  la opción mas valida para prendas que supongan una gran inversión como por ejemplo los tapados. Al mismo tiempo y revelando el carácter contradictorio de la moda la mezcla, sin sentido, de texturas colores y recursos  impone un gesto lúdico en algunas colecciones, e invita a combinar rayas con cuadros, animal print con flores y tejidos tan disímiles como el cuero y la gasa en una sola prenda.

Así se cierra el discurso de la temporada y se revela tal vez lo más significativo en ella, que  puede construirse una moda sensata, accesible y práctica  sin  renunciar a lo femenino y a  la belleza.